Nuevas tecnologías en combinación con técnicas tradicionales con un único objetivo: lograr que las viviendas tengan el menor impacto posible en el medioambiente, al tiempo que piensa en la salud de sus ocupantes. La arquitectura basada en criterios bioclimáticos marca el futuro de las casas. (Mie, 08 Sep 2010)
Arquitectura bioclimática, green building, eco-viviendas… son conceptos y disciplinas con pequeñas diferencias y mucho en común: proponer soluciones concretas de diseño, adaptadas a factores como la ubicación de la parcela o el clima de la zona, para logar que la construcción ahorre toda la energía posible aportando mayores niveles de confort a los usuarios. Un diseño exhaustivo siguiendo criterios bioclimáticos puede lograr ahorros de hasta el 70% en el consumo de energía.
¿Qué elementos hacen que una casa sea bioclimática?
1. Diseño del proyecto de construcción
Entre construir una casa desde cero o realizar una rehabilitación, se aconseja esta última opción pues se pueden llegar a ahorros del 60% en su desarrollo.
Los materiales utilizados deben ser de bajo impacto medioambiental, naturales, de origen cercano, de fácil mantenimiento, lo más estandarizados posible e incorporando los criterios de deconstrucción y ciclo de vida.
2. Orientación
Las oberturas de la casa (ventanas, rejillas…) se deben dimensionar en función de la insolación que reciba la casa. Por ejemplo, en las fachadas sur las ventanas deben favorecer las aportaciones de sol en invierno y tienen que contar con protecciones para evitar los rayos solares en verano. La regla básica es reservar las mejores orientaciones para las estancias de mayor ocupación, como el salón o la cocina.
3. Ventilación
Un edificio bioclimático debe contar con ventilación cruzada a dos fachadas, idealmente opuestas, para lograr un caudal de aire exterior suficiente para ventilar y climatizar la casa de forma natural.
4. Aislamiento
Es vital para evitar escapes de frío y calor innecesario. Para ello, la vivienda debe contar con paredes y ventanas tratadas.
5. Agua
Se pueden incluir multitud de medidas para consumir agua de forma sostenible: inodoros con cisternas de no más de 6 litros y descarga ponderada; recogida y utilización de aguas pluviales para riego de zonas ajardinadas; o reutilización de aguas grises procedentes de lavadora, lavavajillas, bañera o ducha, para descarga del inodoro.
6. Apuesta por las renovables
Además de la energía solar térmica (obligatoria para el agua caliente sanitaría) se pueden considerar otras energías renovables como la solar fotovoltaica, la geotermia, la eólica y la biomasa aplicada a la edificación. El objetivo final no es otro que lograr el mayor nivel de autosuficiencia energética.
7. Iluminación natural
La distribución de la casa debe aprovechar al máximo la entrada de luz natural para minimizar el uso de luz eléctrica. Si puedes, intenta que las principales estancias de la casa sean exteriores.
8. Preinstalación domótica
Las nuevas tecnologías pueden ser muy útiles. La domótica aplicada a la vivienda puede ser un gran aliado para ahorrar energía.
¿Qué elementos hacen que una casa sea bioclimática?
1. Diseño del proyecto de construcción
Entre construir una casa desde cero o realizar una rehabilitación, se aconseja esta última opción pues se pueden llegar a ahorros del 60% en su desarrollo.
Los materiales utilizados deben ser de bajo impacto medioambiental, naturales, de origen cercano, de fácil mantenimiento, lo más estandarizados posible e incorporando los criterios de deconstrucción y ciclo de vida.
2. Orientación
Las oberturas de la casa (ventanas, rejillas…) se deben dimensionar en función de la insolación que reciba la casa. Por ejemplo, en las fachadas sur las ventanas deben favorecer las aportaciones de sol en invierno y tienen que contar con protecciones para evitar los rayos solares en verano. La regla básica es reservar las mejores orientaciones para las estancias de mayor ocupación, como el salón o la cocina.
3. Ventilación
Un edificio bioclimático debe contar con ventilación cruzada a dos fachadas, idealmente opuestas, para lograr un caudal de aire exterior suficiente para ventilar y climatizar la casa de forma natural.
4. Aislamiento
Es vital para evitar escapes de frío y calor innecesario. Para ello, la vivienda debe contar con paredes y ventanas tratadas.
5. Agua
Se pueden incluir multitud de medidas para consumir agua de forma sostenible: inodoros con cisternas de no más de 6 litros y descarga ponderada; recogida y utilización de aguas pluviales para riego de zonas ajardinadas; o reutilización de aguas grises procedentes de lavadora, lavavajillas, bañera o ducha, para descarga del inodoro.
6. Apuesta por las renovables
Además de la energía solar térmica (obligatoria para el agua caliente sanitaría) se pueden considerar otras energías renovables como la solar fotovoltaica, la geotermia, la eólica y la biomasa aplicada a la edificación. El objetivo final no es otro que lograr el mayor nivel de autosuficiencia energética.
7. Iluminación natural
La distribución de la casa debe aprovechar al máximo la entrada de luz natural para minimizar el uso de luz eléctrica. Si puedes, intenta que las principales estancias de la casa sean exteriores.
8. Preinstalación domótica
Las nuevas tecnologías pueden ser muy útiles. La domótica aplicada a la vivienda puede ser un gran aliado para ahorrar energía.
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